Después de más de cuatro meses de incertidumbre y dificultades, los restauranteros de la playa Revolcadero, en la zona Diamante de Acapulco, comienzan a recuperar su actividad económica tras el descenso gradual de la marea.
Desde hace aproximadamente 10 días, el nivel del mar bajó alrededor de 10 metros, permitiendo la instalación de enramadas para recibir a turistas.
Los prestadores de servicios confían en que el próximo periodo vacacional de Semana Santa y el Abierto Mexicano de Tenis atraigan más visitantes.
El domingo pasado, la ocupación hotelera en Acapulco alcanzó un promedio general del 71.1%, cifra que trae optimismo a quienes dependen del turismo en la región.
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