El Departamento de Justicia de Estados Unidos abandonó el miércoles todos los procedimientos penales contra Walt Nauta, asistente personal del expresidente Donald Trump, y Carlos De Oliveira, gerente de la propiedad Mar-a-Lago, quienes habían sido acusados de conspirar con Trump para obstruir la investigación del FBI sobre la acumulación de documentos clasificados que Trump se llevó consigo tras dejar la Casa Blanca.

Los cargos fueron retirados oficialmente, eliminando así cualquier riesgo legal que enfrentaban los dos coacusados. Esta decisión marca el fin de una serie de procedimientos legales que comenzaron tras el descubrimiento de que Trump había retenido documentos clasificados en su residencia de Florida.

En el contexto de este caso, los fiscales informaron al Tribunal de Apelaciones del onceavo Circuito, con sede en Atlanta, que habían decidido retirar su apelación, formalizando el desistimiento del proceso legal contra Nauta y De Oliveira. “Estados Unidos solicita desestimar voluntariamente su apelación con perjuicio”, indicaron los fiscales.

Cabe recordar que, previamente, la jueza Aileen Cannon había desestimado el caso en julio, argumentando que el fiscal Jack Smith había sido nombrado ilegalmente por el Departamento de Justicia. Posteriormente, el equipo de Smith cerró su caso contra Trump tras las elecciones presidenciales de noviembre, citando la política del departamento que impide acusar a presidentes en ejercicio.