La estrella del pop Katy Perry dejo los escenarios por un momento; para viajar al espacio, la cantante formó parte de una tripulación histórica, la primera misión espacial femenina de Blue Origin, a bordo del cohete New Shepard.

La misión, llamada NS-31, despegó este lunes desde Launch Site One en Texas, Estados Unidos. Junto a Perry viajaron otras cinco mujeres influyentes en varios ambitos: Lauren Sánchez (periodista), Aisha Bowe (ingeniera espacial), Amanda Nguyen (activista y emprendedora), Gayle King (escritora) y Kerianne Flynn (productora de cine).

La cápsula cruzó la famosa línea de Kármán a 106 km de altura, el punto donde oficialmente comienza el espacio. Allí, las seis pasajeras vivieron varios minutos en ingravidez total, antes de volver sanas y salvas a la Tierra gracias a un sistema de paracaídas.

La duración del vuelo fue de 10 minutos y 21 segundos, y la altura alcanzada fue de 107 km sobre el nivel del mar.

Con una mezcla de emoción, gratitud y transformación interior, la cantante Katy Perry al regresó a la Tierra compartió su experiencia fuera del planeta.

Uno de los momentos más simbólicos del viaje fue el homenaje a su hija, Daisy. La artista llevó consigo una margarita (flor que representa el nombre de la niña) como un recordatorio constante de su vínculo maternal. Para Perry, la margarita no es solo una flor: “Son resilientes, son fuertes, son poderosas… Las flores me parecen la sonrisa de Dios y un recordatorio de lo hermosa que es la Tierra”, compartió.

Más allá de lo personal, la cantante subrayó el valor colectivo de su experiencia:
“Se trata de hacer espacio para la mujer futura, de ocuparlo con pertenencia. Todo esto es en beneficio de la Tierra”, declaró, haciendo un llamado a la inspiración y al empoderamiento de nuevas generaciones.