En medio del escándalo, las tensiones políticas y una oposición que pide elecciones anticipadas a gritos, el presidente español Pedro Sánchez puso freno a los rumores: “Las elecciones serán en 2027, como está previsto”, dijo durante la Conferencia de Presidentes en Barcelona.
La presión viene fuerte desde el Partido Popular (PP), que gobierna en 13 de las 17 comunidades autónomas y acusa al gobierno de Sánchez de no poder gobernar, luego de múltiples casos de corrupción que salpican a su exministro José Luis Ábalos y a figuras cercanas al poder.
Mientras tanto, Sánchez lleva semanas alejado de los medios, sin dar conferencias ni hablar en el Congreso. Su reaparición fue todo un evento político “no habrá elecciones adelantadas”, declaró de manera escueta.
En medio del caos, Sánchez pidió bajar la intensidad: “dejemos la crispación en el perchero”, tras darse a conocer en medios un nuevo escándalo político en el que está inmiscuida la presidenta de Madrid Isabel Díaz Ayuso, que abandonó una reunión tras escuchar a representantes vasco y catalán hablar en sus lenguas y protagonizar una pelea con la ministra de Sanidad.
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