La administración del presidente Donald Trump inició un despido masivo de trabajadores federales, afectando a cientos de miles de empleados en período de prueba.
La Oficina de Administración de Personal recomendó a las agencias gubernamentales cesar a estos trabajadores, quienes aún no cuentan con protección laboral permanente.
La medida, justificada como parte de una reestructuración para optimizar el gobierno federal, ha sido duramente criticada por sindicatos como la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno (AFGE), que la considera un acto político para desmantelar el sector público.
Departamentos como Educación, Vivienda, Desarrollo Urbano, y el Servicio Forestal ya han comenzado a reducir su personal significativamente.
Paralelamente, el gobierno también implementa una congelación de contratación y ofrecido incentivo de “renuncia diferida” a miles de empleados, como parte de un plan más amplio de recortes en el gasto gubernamental.
Deja un comentario