El líder norcoreano, Kim Jong-un, acusó a Estados Unidos de promover los conflictos regionales y acrecentar el riesgo de una nueva guerra mundial, por lo que llamó a fortalecer las fuerzas nucleares del país.
Kim habló sobre una serie de nuevos planes para reforzar “todas las medidas de disuasión” y reafirmó “la política inquebrantable del país de desarrollar más las fuerzas nucleares”.
Acusó a Washington de apoyar las grandes y pequeñas disputas y tragedias como las crisis de la franja de Gaza y Siria en Oriente Medio, estimulando aún más el peligro del estallido de una nueva guerra mundial”.
Kim también culpó a EE.UU. por el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, al expresar su seria preocupación por el hecho de que Washington y los países occidentales estén prolongando la guerra para afectar a Rusia.
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