Alrededor de 300 migrantes han sido detenidos recientemente en California, en especial en Los Ángeles, según datos recogidos por la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), que se basa en informes de la Red de Respuesta Rápida, una alianza de grupos comunitarios que monitorean la actividad migratoria.

La directora de CHIRLA, Angélica Salas, calificó las redadas como algo “nunca antes visto” en sus más de 30 años de trabajo con comunidades migrantes.

Muchas de las personas detenidas son trabajadores y varios enfrentan obstáculos para acceder a representación legal, lo que pone en riesgo su derecho al debido proceso.

Desde México, la cancillería confirmó la deportación inmediata de cuatro ciudadanos, mientras otros 45 mexicanos siguen en centros de detención.

Activistas y abogados denuncian que el ICE ha negado visitas e información sobre las condiciones de detención.

El congresista Jimmy Gómez intentó entrar a un centro federal sin éxito. Asegura que hay denuncias graves: personas sin comida, agua ni acceso a luz por más de 24 horas.

Según la congresista Nanette Barragán, las redadas seguirán por al menos 30 días, mientras que, a nivel nacional, la administración Trump busca cumplir una meta de 3 mil detenciones diarias.