Kiev y Odesa vivieron en la madrugada del martes uno de los ataques aéreos más intensos desde el inicio de la guerra. Según el presidente ucraniano Volodymir Zelensky, Rusia lanzó 315 drones y siete misiles, principalmente contra la capital. “Los golpes rusos se escuchan más fuerte que los intentos de Estados Unidos y otros países de obligar a Rusia a la paz”, dijo Zelensky en redes sociales.
El impacto fue devastador: en Kiev murió una mujer y cuatro personas resultaron heridas. En Odesa, dos muertos y 13 heridos, además de daños en hospitales, viviendas y estaciones de tren.
También se reportó la destrucción de lugares emblemáticos como la Catedral de Santa Sofía y los históricos Estudios Cinematográficos de Odesa.
Por su parte, Rusia aseguró que los ataques fueron dirigidos contra industrias militares.
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