En Tamazula, Durango, autoridades federales desmantelaron un narcolaboratorio de alto calibre en el poblado de Carricitios, un sitio donde no solo se cocinaban drogas sintéticas, sino que también operaba una pista clandestina para despegar y aterrizar aeronaves ilegales.
La operación fue encabezada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en conjunto con la Guardia Nacional, la Marina, y la Agencia de Investigación Criminal. En el lugar se aseguraron 2.8 toneladas de metanfetamina y miles de litros de precursores químicos, sin que se lograra ninguna detención.
Entre el equipo decomisado destacaron reactores, tanques de gas, tinas y hasta generadores eléctricos. Todo esto valuado en 966 millones de pesos incautados al crimen organizado, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Además, se clausuró una pista aérea de 450 metros, clave para el transporte de drogas a otras regiones.
Este hallazgo es parte de una ola de aseguramientos por parte de la Marina y otras fuerzas, que en lo que va del año han incautado más de 40 toneladas de cocaína en operaciones marítimas.
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