El gobierno de Estados Unidos anunció este viernes la acusación formal contra un padre y su hijo, señalados por presuntamente apoyar a un cártel mexicano considerado como organización terrorista. Según el Departamento de Justicia, ambos habrían participado en una operación para importar ilegalmente decenas de millones de dólares en petróleo crudo.
La investigación, parte de la operación Liquid Death, se desarrolló con apoyo del FBI, la DEA, el ICE, el IRS, y otras agencias federales. El objetivo, desmantelar redes criminales transnacionales que afectan a comunidades en Estados Unidos.
Durante el operativo, se confiscaron barcazas con petróleo, camiones cisterna, vehículos y propiedades ligadas a la terminal Arroyo en Rio Hondo, Texas. Las autoridades buscarán una sentencia económica de 300 millones de dólares si los acusados son declarados culpables.
Los cargos incluyen: apoyo a una organización terrorista, lavado de dinero, y contrabando con declaraciones falsas
Las penas van de 5 a 20 años de cárcel, más posibles multas millonarias. Uno de los acusados, James Jensen, podría enfrentar hasta 10 años adicionales por gasto de dinero ilícito.
El caso lo llevan los fiscales James Sturgis y Laura García. El gobierno recordó que, aunque están acusados, ambos hombres se presumen inocentes hasta que se pruebe lo contrario en juicio.
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