El Departamento de Salud y Servicios Humanos anunció una reestructuración significativa que podría afectar gravemente la respuesta de EE.UU. a enfermedades y problemas de salud pública.

El gobierno de Donald Trump para reducir el gasto federal, se planea eliminar 10 mil empleos a tiempo completo en agencias clave como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Administración de Alimentos y Medicamentos y los Institutos Nacionales de Salud.

El organismo, que supervisa 13 agencias de salud, recortará 28 divisiones redundantes, consolidándolas en 15. Entre los departamentos más afectados están los de salud mundial, prevención del VIH y prevención de lesiones.

La reducción de estas divisiones podría obstaculizar avances clave en salud pública, especialmente en el tratamiento y prevención del VIH, ya que las responsabilidades podrían trasladarse a otras agencias, como la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA), que se enfoca más en el tratamiento que en la prevención.