Los equipos de rescate en Filipinas luchan para salvar a residentes atrapados en los tejados tras las devastadoras inundaciones provocadas por la tormenta tropical Trami. Las lluvias torrenciales sumergieron pueblos enteros y desplazaron a casi 200 mil personas, alcanzando en solo dos días el equivalente a dos meses de precipitaciones en algunas áreas. Andre Dizon, director de la policía en la región de Bicol, reportó que muchos afectados aún esperan ayuda desde los techos de sus hogares.
Con Trami ahora desplazándose hacia el Mar de China Meridional, los servicios de emergencia siguen movilizados en la provincia de Batangas, donde se ha confirmado la mayoría de las víctimas. Las escuelas y oficinas en Luzón permanecen cerradas, y la agencia meteorológica advirtió que el cambio climático está intensificando las tormentas en Asia-Pacífico.
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