La policía de Hungría informó que está investigando amenazas de bomba enviadas a más de 240 escuelas en todo el país, lo que provocó la cancelación de clases en algunas instituciones.

Las amenazas, recibidas a través de correos electrónicos con un texto idéntico, probablemente fueron enviadas por un único remitente, según indicó la policía en un comunicado. Agentes fueron desplegados en todas las instituciones afectadas para realizar inspecciones. Hasta el momento, no se han encontrado explosivos en los edificios revisados.

Gergely Gulyás, jefe de gabinete del primer ministro Viktor Orbán, aseguró que la educación en la mayoría de las escuelas del país transcurre sin problemas y que los administradores escolares tienen la autonomía para decidir si envían a los estudiantes a casa.

Agregó que los correos electrónicos se enviaron desde varios proveedores, incluidos algunos extranjeros, y que los servicios secretos de Hungría están colaborando con sus homólogos en Eslovaquia, donde se registraron amenazas similares el año pasado.