El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 79 años, canceló sus actividades oficiales este martes tras sufrir un cuadro de laberintitis, (inflamación del de una parte del oído interno que ayuda a controlar el equilibrio) según confirmó el gobierno.
El mandatario experimentó vértigo el lunes y fue sometido a estudios médicos que descartaron mayores complicaciones, pero indicaron la necesidad de reposo.
Aunque no asistió a eventos como la ceremonia del Día del Diplomático ni a su reunión con rectores universitarios, Lula continúa trabajando desde el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
El diagnóstico reaviva las preocupaciones sobre su estado de salud, especialmente tras varios episodios médicos recientes. En 2024, Lula fue operado del cráneo tras una caída en el baño presidencial. También ha enfrentado una bronconeumonía, molestias en las cuerdas vocales y un historial de cáncer de laringe.
El presidente tenía previstas visitas a varios estados brasileños esta semana, pero su equipo decidirá “a lo largo del día” si mantendrá los desplazamientos.
Mientras Lula se recupera, crecen las dudas sobre su resistencia física de cara a una posible reelección en 2026.
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