El gobierno de México expresó su rechazo a la imposición de aranceles del 25 por ciento al acero y aluminio mexicano por parte de Estados Unidos, medida que entrará en vigor el próximo 12 de marzo. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, calificó la decisión como “injusta, carente de lógica y sentido común”. Además, advirtió que esto representará “un balazo en el pie” para la economía de la región y afectará la integración comercial en América del Norte.

Ebrard argumentó que la medida es injusta, ya que “Estados Unidos nos vende más de lo que exportamos, con un superávit de casi 6 mil 897 millones de dólares a su favor”. También enfatizó que México importa más acero del que exporta a Estados Unidos, por lo que la aplicación de estos aranceles carece de fundamento económico.

El secretario de Economía anunció que, por instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, sostendrá reuniones con el próximo secretario de Comercio de Estados Unidos y con el representante de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos. También desmintió la cifra mencionada en el decreto del presidente Donald Trump sobre un supuesto incremento del mil 600 por ciento en las exportaciones mexicanas de acero y aluminio, calificándola de inusual y sin sustento.

En su conferencia, Ebrard destacó que México es el principal destino de las exportaciones estadounidenses de productos siderúrgicos, representando el 52 por ciento de sus exportaciones globales al cierre de 2024. Agregó que el superávit de Estados Unidos en este sector ha promediado 1.2 millones de toneladas anuales desde 2015, alcanzando los 2.3 millones de toneladas en 2025, mientras que las exportaciones mexicanas a EE.UU. han retrocedido a niveles de 2015-2017.