Ante el anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre la posible instalación de una base militar en su franja fronteriza con México, la presidenta Claudia Sheinbaum envió una nota diplomática exigiendo respeto a los derechos humanos, especialmente de personas mexicanas que cruzan hacia el país vecino.
“Es una decisión autónoma de su territorio, pero pedimos que continúe la colaboración en seguridad y que haya respeto y coordinación”, expresó la mandataria.
El sobrevuelo de un helicóptero de la Marina estadounidense en San Diego, captado el pasado 31 de enero, reavivó la atención en torno al reforzamiento de medidas militares cerca de la frontera.
La postura del gobierno mexicano deja claro que, aunque se reconoce la soberanía de EU en sus decisiones, se prioriza el trato digno hacia los migrantes y la cooperación bilateral.
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