La Organización de las Naciones Unidas (ONU) acaba de lanzar una advertencia: el planeta está a punto de entrar en una nueva era de calor extremo. Datos del informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), hay un 70% de probabilidad de que la temperatura global supere los 1.5 °C respecto a los niveles preindustriales entre 2025 y 2029.

Ese 1.5 °C no es solo un número, es el límite más ambicioso del Acuerdo de París, firmado en 2015, que busca evitar los peores efectos del cambio climático. Pero con las emisiones de CO₂ aún sin disminuir, cada vez más científicos dudan que ese objetivo sea alcanzable.

“Acabamos de vivir los diez años más calurosos jamás registrados”, afirmó Ko Barrett, secretaria adjunta de la OMM. Y si 2023 y 2024 rompieron récords, el futuro pinta incluso más cálida.

El promedio estimado de calentamiento entre 2015 y 2034 es de 1.44 °C. La posibilidad de superar los 2°C en algún año de aquí a 2029 es del 1%. El Ártico seguirá calentándose más rápido que el resto del mundo.

Olas de calor extremas, lluvias intensas, sequías severas y deshielo acelerado ya están ocurriendo. En 2025, China superó los 40 °C, Emiratos Árabes casi llegó a 52 °C y en Pakistán murieron personas por vientos abrasadores.

“Ya estamos en niveles peligrosos”, advirtió la climatóloga Friederike Otto. Insistió en que seguir dependiendo de combustibles fósiles como el petróleo, gas y carbón es “una absoluta locura”.

La OMM predice más lluvias en Asia del Sur, climas más húmedos en el norte de Europa y el Ártico, pero más sequías en la Amazonía.