En una comparecencia de emergencia, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ofreció disculpas públicas por los graves casos de presunta corrupción que afectan a figuras clave de su círculo más cercano. Con rostro serio y voz firme, el líder socialista se dirigió a la ciudadanía desde la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para pedir “perdón” por haber confiado en personas hoy investigadas por cohecho y fraude.

El escándalo gira en torno a Santos Cerdán, hasta hoy secretario de Organización del PSOE, quien está vinculado a delitos como el cobro ilegal de comisiones, manipulación electoral y tráfico de influencias.

Sánchez reconoció que había creído en la integridad de Cerdán hasta que leyó el informe completo de la Guardia Civil, que ahora se encuentra en manos del Tribunal Supremo.

La investigación está expuesta en 500 páginas de pruebas y conversaciones comprometedoras. En ella también aparecen nombres conocidos como José Luis Ábalos y Koldo García, antiguos aliados de Sánchez.

“Pido perdón a los militantes, simpatizantes y a toda la ciudadanía. No debimos confiar en él”, expresó Sánchez, quien además anunció una auditoría externa al PSOE para garantizar transparencia total.

A pesar de la presión, el presidente descartó elecciones anticipadas, asegurando que su mandato continuará hasta 2027.