Este martes, un grupo de rebeldes armados tomó como rehenes a más de 450 pasajeros que viajaban en un tren en la provincia de Baluchistán, al suroeste de Pakistán. El ataque ocurrió en una zona remota y montañosa de la región fronteriza con Afganistán e Irán.

Muhammad Kashif, funcionario de los servicios ferroviarios en Quetta, confirmó la situación y destacó que entre los pasajeros hay mujeres y niños. Durante el asalto, los milicianos hirieron al conductor del tren antes de tomar el control del convoy.

El Ejército de Liberación de Baluchistán, principal grupo separatista de la región, se atribuyó la acción mediante un comunicado difundido a los medios, en el que advirtió de “graves consecuencias” en caso de intento de rescate. “Los milicianos tomaron rápidamente el control del tren y han tomado a todos los pasajeros como rehenes”, afirmó el grupo insurgente.

Las fuerzas de seguridad de Pakistán han luchado durante décadas contra los grupos rebeldes en esta provincia, una de las más empobrecidas del país.