El primer ministro Gustavo Adrianzén presentó su renuncia irrevocable, horas antes de que el Congreso debatiera una moción de censura en su contra. La noticia profundiza la crisis del gobierno de la presidenta Dina Boluarte, quien enfrenta niveles históricos de desaprobación.
Adrianzén, considerado uno de los hombres más cercanos a Boluarte, dejó su cargo en medio de duras críticas por el incremento de la inseguridad ciudadana y el reciente asesinato de 13 mineros.
Su salida se suma a la del ministro de Economía, José Salardi, quien apenas llevaba poco más de tres meses en el puesto. En su lugar fue nombrado Raúl Pérez Reyes, hasta ahora ministro de Transporte.
Durante su discurso de renuncia, Adrianzén aseguró actuar “por los altos intereses de la patria”, acompañado por la presidenta Boluarte y el resto del gabinete en el Palacio de Gobierno. Según la ley, tras la renuncia del primer ministro, todos los ministros deben poner también sus cargos a disposición de la mandataria, quien puede decidir si los mantiene o los reemplaza.
La aprobación de Boluarte cayó al 2%, según la última encuesta de Ipsos. Desde 2018, Perú ha tenido seis presidentes, y una decena de renuncias, cambios de gabinete y tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo.
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