Rusia y Ucrania acordaron intercambiar mil prisioneros de guerra cada uno “en los próximos días”, en lo que se convierte en el mayor canje desde que comenzó la guerra en 2022. Este gesto llega tras una breve, pero significativa reunión entre delegaciones de ambos países en Estambul, Turquía.
El encuentro, de menos de dos horas, fue el primero cara a cara en mucho tiempo. Aunque no hubo avances concretos hacia la paz, se abrió una puerta: la posibilidad de un alto el fuego y hasta una cumbre presidencial.
Sin embargo, el ambiente sigue tenso. Ucrania criticó el bajo perfil de la delegación rusa, y el presidente Zelenskyy calificó la iniciativa como una “farsa”.
Mientras tanto, Turquía llamó a ambas partes a “aprovechar la oportunidad” y subrayó la urgencia de detener el fuego.
Aunque las posturas siguen lejanas, con Rusia poniendo condiciones y Ucrania empujando por un cese al fuego inmediato, la idea de una futura cumbre entre líderes (incluso con posible participación de Donald Trump) empieza a tomar forma.
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