Las acciones de rescate del río Cuautla deben ser aplicadas urgentemente para evitar su extinción como ocurrió con el afluente Chiconahuapan, que partía de la zona de “Las Tazas” en Cuautlixco y regaba los campos de cultivo de la exhacienda “El Hospital” y Anenecuilco.

El etnohistoriador Enrique Anzures Carrillo, mostró el facsímil de un mapa de 1715, en el que se define la zona del bosque Chiconahuapan, que al paso del tiempo fue absorbido por la mancha urbana.

La última evidencia sobre su existencia data de 1846, cuando se describe una inundación, a causa del desbordamiento del río Chiconahuapan.

Después de esa fecha no se vuelve a mencionar, lo que muestra la necesidad de valorar el río Cuautla.

Había dos ríos, desgraciadamente uno la se extinguió, el río Cuautla que conocemos y el río Chignahuapan, este río Chignahuapan estaba donde eran las tazas, entonces las crónicas prehispánicas y las crónicas coloniales nos hablan que ese río era el que regaba hacia la otra parte, hacia Anenecuilco, el Hospital

 Enrique Anzures Carrillo / Etnohistoriador

En la zona donde partía el río hacia el sur, hoy se encuentra el balneario ejidal “Las Tazas”, cuya escasa agua derivó en la construcción de albercas para mantenerse como lugar de esparcimiento.