La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo expresó este lunes su firme rechazo a la propuesta de imponer un impuesto del 3.5% a las remesas que migrantes envían a sus países desde Estados Unidos. En su conferencia matutina en Palacio Nacional, advirtió que esta medida no solo es injusta, sino que también afectaría directamente a millones de familias mexicanas y estadounidenses.
Según Sheinbaum, México es el único país que ha lanzado una campaña activa para frenar este proyecto. Destacó que tanto su administración como senadores y organizaciones defensoras de migrantes ya están en diálogo con legisladores y funcionarios en EEUU para exponer el daño social y económico que provocaría esta iniciativa.
“Nuestros migrantes ya contribuyen pagando impuestos en EE. UU. y solo mandan una parte de lo que ganan. Gravar las remesas sería un acto discriminatorio”, afirmó la mandataria.
También recordó que existe un convenio firmado en 1992 entre ambos países que prohíbe la doble imposición fiscal, algo que esta medida violaría.
Mientras el Senado estadounidense analiza la propuesta, senadores mexicanos y el embajador Esteban Moctezuma continuarán las gestiones en Washington. Se prevén movilizaciones pacíficas para mostrar el rechazo ciudadano.
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