En un nuevo informe de la ONU, se ha denunciado que la policía de la moral del Talibán ha realizado un centenar de detenciones arbitrarias de hombres y barberos por no cumplir con las estrictas normas sobre apariencia personal y asistencia a oraciones.

La investigación resalta que las detenciones se centraron en hombres que no cumplían con la longitud adecuada de su barba o peinados, así como aquellos que asistían de manera irregular a las oraciones obligatorias durante el Ramadán.

Desde la implementación de las leyes de moralidad en Afganistán en agosto de 2024, la policía ha aumentado las detenciones, hasta en un 70%, que también afectan a pequeños negocios como barberías, lo que ha repercutido negativamente en la economía del país.

El informe destaca que estas leyes, que afectan profundamente la vida diaria, han incrementado la pobreza y reducido las oportunidades laborales.

A pesar de las críticas internacionales, el régimen talibán, liderado por Hibatullah Akhundzada, defiende la necesidad de aplicar la ley islámica como un medio para “reformar” la sociedad afgana, asegurando una “sociedad libre de corrupción”.

No obstante, expertos y organizaciones como la ONU advierten que estas medidas están sumiendo a Afganistán en una crisis económica aún más profunda, con un costo estimado superior a los mil 400 millones de dólares anuales por las restricciones impuestas a las mujeres.