El Vaticano se prepara para un momento sin precedentes este domingo, la misa inaugural del Papa León XIV, el primer pontífice nacido en Estados Unidos. Y en primera fila estará JD Vance, vicepresidente estadounidense, liderando la delegación oficial junto con el secretario de Estado, Marco Rubio. Ambos, católicos practicantes.
El nuevo Papa, nacido en Chicago como Robert Prevost, fue elegido la semana pasada tras un cónclave que captó la atención global. Su historia es singular: fue misionero en Perú, cardenal por designación del Papa Francisco en 2023, y ha mostrado posturas que no siempre encajan con la derecha política estadounidense.
Una publicación suya antes de ser Papa generó ruido en redes: “JD Vance se equivoca: Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás”. Aun así, el vicepresidente ha mostrado respeto y respaldo: “Estoy seguro de que millones de católicos orarán por su exitosa labor… ¡Que Dios lo bendiga!”, escribió en X.
Rubio, quien ha sido más reservado, no ha hecho declaraciones públicas, pero su presencia también tiene peso simbólico.
La misa de arranque del pontificado de León XIV, de acuerdo a los expertos será más que un evento religioso, calificándolo como un símbolo de diplomacia, unidad… y fe.
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